3.10.12

Historias listas para descargar*


Eduardo Varas y Marcela Ribadeneira son una joven pareja de entusiastas por la cultura. Primordialmente interesados por la narrativa, se han decantado también por la música y el cine. Su unión recuerda a aquel mítico par conformado por Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, pues su dedicación por la literatura les hizo emprender con la iniciativa La línea negra, un proyecto en el cual se enmarca su nueva propuesta Cuentos para regalar. El objetivo de esta idea es publicar un relato de escritores ecuatorianos por semana, disponible para descargar gratuitamente en internet.

¿Cuál es la propuesta planteada por La Línea Negra? ¿Cómo conjugan sus proyectos La clínica del cuento y Cuentos para regalar?

M.R: La Línea Negra está configurada como una agencia de contenidos y servicios editoriales, lo que nos permite mantener una fuente de ingresos constante y practicar algo que creemos: que los textos, de cualquier índole, pueden comunicar, ser prolijos y deleitar al mismo tiempo. Mientras trabajamos en proyectos para nuestros clientes, levantamos proyectos personales, editoriales literarios y artísticos, así como talleres, estos sean de apreciación cinematográfica o relacionados con la escritura creativa, como la Clínica del cuento y Cuentos para regalar, buscan dar las herramientas para que nos convirtamos en espectadores y autores más críticos y reflexivos. Pero, sobre todo, se enfatiza que nada debe ser gratuito, ni un primer plano o un zoom, en el caso del cine, ni una coma o un adjetivo, en el caso de la escritura.

¿Este proyecto responde a una problemática en particular? Tal vez le hace frente al estigma de “en Ecuador no se lee”...

M.R: Cuentos para regalar no es el antídoto de ninguna problemática, sino el síntoma: En nuestro país sí existen muchísimos autores jóvenes, que generan material de calidad, con estilos deliciosos y personales, pero que no están en el radar del mundo editorial porque no han sido expuestos. Y ocurre que para salir al mercado, en muchas ocasiones, es necesario que ya hayas sido publicado. Entonces nos quedamos con una reducida constelación literaria contemporánea visible. El proyecto busca destapar a estos autores al facilitar a los lectores el acceso a sus obras mediante la plataforma digital y las redes sociales. Si en Ecuador se lee o no se lee, creo que los verdaderos temas de discusión son por qué no se lee y si se lee bien o no...

E.V: El proyecto en sí responde a nuestras necesidades iniciales como lectores y también al acto de aprovechar la web como espacio de contacto y de lectura. Existe también un deseo de búsqueda y no voy a negar que es muy entretenido el trabajo de armar los cuentos de cada semana.

Si es cierto que en Ecuador la lectura no es un hábito común, ¿la Internet cambiaría esto?

M.R.: La Internet ha cambiado la cantidad de textos que leemos, pero no la calidad de los mismos y, menos aún, de la lectura. Así, la Internet está llena de plataformas, blogs, revistas y otros websites literarios espectaculares, pero también de un ‘freak show’ de los mismos especímenes. Sin el lector crítico y reflexivo, la Internet tal vez haga que se lea más, pero no de mejor manera.

E.V: Internet crea muchas dinámicas. Leer es un acto mecánico en cierta medida, un acto que no reviste de mucha importancia. Ahora, leer en serio, ser un crítico que quiere nutrirse de otras experiencias humanas es ya una cuestión de actitud y, por lo general, esta vence a Internet. Utilizamos la web porque democratiza mucho, no como el último recurso posible de la humanidad.


¿Por qué no recurrir a publicaciones baratas como los libros de cartón, tan de moda actualmente?

M. R.: Por los costos de producción, si tuviéramos que invertir en materiales, manufactura, impresión y distribución, ya no podríamos regalarlos.

Los cuentos, ilustraciones y fotos son donados por sus autores y nosotros entregamos nuestro trabajo de diagramación, diseño, corrección y edición. Soy fan de un par de editoriales cartoneras, sus libros son joyas, pero les dejamos a ellos lo suyo. Eso no descarta que para otros proyectos cuidadosamente elegidos saltemos al papel, al cartón o al ‘body paint’.

E.V.: Creo que hay cierta nostalgia en el tema de los libros cartoneros y en el fondo no soy tan nostálgico. No creo que esté mal su existencia, pero no es el espacio en el que nos movemos. No podría ser tan cínico como para ser parte de un movimiento que no entiendo del todo.

En Cuentos para regalar se publican a autores jóvenes e inéditos, ¿ésta es la mejor manera de darse a conocer un escritor novel?

M. R.: El proyecto es solo una propuesta y opción, entre algunas que existen para que un escritor novel encuentre lectores. Atrae por su inmediatez, recibimos las obras por correo electrónico, respondemos en un período corto de tiempo y las publicamos de igual manera. El hecho de la promoción en redes también hace que la opción sea atractiva para estos autores. El proyecto también ha lanzado cuentos inéditos de escritores ya publicados, como los de Esteban Mayorga y Solange Rodríguez.

E.V.: No lo sé. Quizás el planteamiento sea como lectores: Es la mejor manera para encontrar nuevas voces y estilos. Eso es lo que nos entusiasma. Incluso si estamos ante alguien que escribió un par de cuentos y resulta que uno de ellos es una genialidad, se trata de leer y descubrir qué es lo que está pasando.

El proyecto incluye a ilustradores, la propuesta es integral, ¿por qué?

M. R.: La ilustración —o fotografía— es un valor agregado para el lector. Se busca que la imagen sea una relectura del relato, que le dé una nueva dimensión y que transcienda lo decorativo. Además, hay muchos ilustradores y fotógrafos que buscan darse a conocer y que están interesados en el diálogo entre literatura e imagen, lo cual genera obras más complejas y matizadas.

¿Cómo ha sido la convocatoria, tienen una lista de espera?

M. R.: La convocatoria ha sido muy buena. Nos han llegado, y siguen llegando, textos de Loja, Cuenca, Santo Domingo y Quito. Tenemos un “colchón” de relatos que nos garantiza que la periodicidad semanal se mantendrá. En cuanto a nombres de autores que publicaremos, puedo adelantar para Cuentos para regalar las letras de Juan Secaira, Jorge Luis Cáceres y, más adelante, Juan Fernando Andrade.

E.V.: Me gusta mucho que exista una paridad autora / autor en la propuesta y eso es algo que estamos cumpliendo.

(*) Publicado en la revista Expresiones del diario Expreso, el 3 de octubre de 2012.