17.9.15

Tarde o temprano algo malo va a suceder


Mi reseña de la segunda novela de Ariana Harwicz, "La débil mental", en la revista Hermano Cerdo: Sin salida.

"Por el ambiente, el pesimismo y la materialidad, que recuerda al gótico sureño, esta novela comparte linaje con El viento que arrasa, de Selva Almada, y Distancia de rescate, de Samanta Schweblin —y al igual que en esta última la maternidad es un tema central y perverso. Pero Harwicz va más allá de sus contemporáneas al incorporar, tal como hiciera Cormac McCarthy en Hijo de Dios, el estilo faulkneriano y la sintaxis errática para señalar el singular estado mental de la narradora. A sus casi treinta años, ella vive permanentemente dentro de 'la conciencia aguada de la infancia'".

9.9.15

Thomas Bernhard en Quito


Escribí una reseña sobre Todo ese ayer, la más reciente novela del quiteño Óscar Vela. Salió en Gkillcity.com: Thomas Bernhard en Quito.

"En Todo ese ayer (Alfaguara, 2015), la dictadura argentina y el 30S ecuatoriano —el día en que una huelga de policías causó estragos a nivel nacional y mantuvo al presidente retenido por varias horas— crean un ambiente singular para un pequeño grupo de personajes que, poco a poco, descubren que el mundo en el que viven no es más que una precaria estructura sostenida por la ambición del poder y las mentiras necesarias para obtenerlo".

7.9.15

La enfermedad era su vida


A propósito de un aniversario más de la muerte de David Foster Wallace, rescaté un perfil que escribí sobre él y que fue muy bien acogido por la revista Hermano Cerdo.

"La imagen que perdura de este autor es la de un hombre de apariencia desaliñada, el pelo largo asomándole del eterno pañuelo sobre la cabeza y los pies enfundados en botas de trabajo. Por este look y por su actitud lo calificaron de grunge, pero Wallace nada más prefería la comodidad. Y si bien la honestidad fue uno de sus principios fundamentales, la fama lo separó en diferentes versiones de sí mismo, que acabaron habitando un solo cuerpo".